Somos la 4º generación de este legado familiar. Cada pieza es elaborada con el mismo cuidado y precisión que mi bisabuela empleaba en sus creaciones, asegurando que cada producto no solo cumpla con las expectativas, sino que también mantenga viva la rica herencia cultural y tradición de artesanía en Sevilla.
Llevamos más de dos siglos tejiendo historia en cada hebra de nuestras pelucas, una tradición preciosa que ha pasado de madre a hija en mi familia, manteniendo viva la técnica artesanal exacta que empleaba mi bisabuela.
Para mí, perpetuar este legado familiar no es solo un honor; es sostener el corazón y el alma de una tradición que define quiénes somos.
Para nosotros es un profundo orgullo continuar con esta tradición. Cada vez que finalizamos nuestro trabajo y vemos a los hermanos, la camarera y el piostre vestir a nuestras imágenes, nos embarga una emoción indescriptible, repleta de sentimientos que son difíciles de expresar con palabras.
Estamos profundamente agradecidos por la confianza y el reconocimiento que tantas hermandades y escultores han depositado en nosotros.
Este reconocimiento no solo honra nuestro trabajo, sino que también celebra la rica tradición artística de nuestra querida Sevilla.
